miércoles, 15 de octubre de 2008

Acerca de los medios de incomunicación masiva y el éxito

'Choose life. Choose a job. Choose a career. Choose a family. Choose a fucking big television, Choose washing machines, cars, compact disc players, and electrical tin openers'

Esta frase burlesca, retrata el dilema con el cual están lidiando millones de personas en este momento en otras partes del orbe. Para tener éxito y llegar a ser alguien en la vida, hay que tener dinero… y entre más, mejor.

Veamos ahora de dónde proviene este concepto de éxito, de desarrollo ¿o debería decir desarrollo hacia atrás?: Pues claro. Viene de allá arriba. Viene de esos que están sentadas en asientos reclinables de cuero. Es allí donde estos individuos (y lo digo así para evitar decir humanos) deciden el curso de nuestras vidas.

'I gotta admit that I'm a little bit confused
Sometimes it seems to me as if I'm just being used'


Pocos y afortunados somos los que conocemos este fatídico secreto: estos personajes con sacos del más fino Kashmir están cada día mas presentes en nuestras vidas, irritándonos otrora de forma subliminal… ahora de forma muy obvia.

En vez de crecer como personas, lo único que crece sin parar es el precio de la gasolina. Y esto naturalmente nos asusta, ya que en nuestras casas hay dos o tres carros (no crean que olvidé poner el uno. Lo omito ya que eso de tener un carro en la casa ya quedó en el pasado. La regla ahora es entre más, mejor.

Vamos ahora al momento de nuestras vidas donde todo este problema comienza: la infancia. Cuando éramos niños, nos entreteníamos muy fácilmente. Bastaba un zacate y una hoja de árbol para llevar a cabo las más peligrosas expediciones: el zacate convertido en barcaza y la hoja en guarnición nocturna a prueba de enemigos. Pero a los señores de allá arriba (los del saco de Kashmir que mencioné unas líneas atrás) no les convenía que nos entretuviéramos de forma tan económica. Entonces nos bombardearon con mensajes, aprovechándose de nuestra inocencia. Las niñas jugaban ahora con sus Barbies, a las cuales luego tratarían de emular físicamente; y los niños con sus carritos, los cuales en un futuro no van a emular, sino a comprar. Este es el sencillo y a la vez complicado sistema por el cual somos sometidos desde hace unas décadas hacia acá.

Una vez estando conscientes de este mecanismo, podemos liberarnos de él (al mejor estilo de The Matrix, solo que sin la gabardina y el señor de anteojos que da instrucciones). Hacer esto es algo simple: moldee en su mente un mazo imaginario. Ahora, con este podrá empezar a derrumbar todas las paredes que han construido en torno a usted. No es tan difícil. Estas barreras no son tan sólidas como parecen ya que fue usted quien las dotó de tal fuerza. Enderece su espalda jorobada. Libérese de todo. No está de más llorar al darse cuenta que fue un títere por mucho tiempo: eso indica que se está vivo y que se siente algo... ahora la moda es no sentir nada. Y como último consejo, siga las instrucciones de Bepo Barrendero: no importa lo que se haga... simplemente hay que hacerlo bien. Luego de tomar estas medidas, los seres humanos podremos salir de la cárcel mental (emanciparnos de la esclavitud mental como dijo alguien hace unos años) y saborear la vida desde un nuevo estado:

La libertad.

1 comentario:

Lola Mallach dijo...

la humanidad y sus concepciones sobre la vida...q tan mecanizada...es la lucha interna de todos, sobre todo siendo artistas :S

Archivo del blog